Hace poco postee sobre como la generación ejecutiva actual no tiene aun suficiente capacidad para entender los beneficios de la tecnologia y sobretodo, el aplicarla correctamente.
Bueno, otro detalle del que me he dado cuenta, es que la clase ejecutiva peruana aun tiene la idea de que hacer trabajar al empleado a grito pelado y bajo presión sirve de algo. Al parecer los capataces pre reforma agraria se convirtieron en ejecutivos de saco y corbata, que poco les falta sacar un latigo contra sus empleados.
Sin embargo, la nueva generacion parece que no esta dispuesta a aguantar esto. Ya he tenido una experiencia cercana en mi entorno laboral de un joven abogado que harto de las carajeadas de su jefe ha decido buscar un mejor futuro.
Ojo que no estoy refiriendome a una carajeada producto de un error, sino de una carajeada producto de una descoordinacion con un empleado que trabaja al 120-150%.
Ahora esta muy de moda que las empresas pidan gente emprendedora, proactiva y que sepa trabajar bajo presión. Lo que se traduce en: Debe chambear como loco, al menos 10 horas diarias , y cuando le demos más trabajo debe de sonreir y decir gracias, ademas que debe mantener el rendimiento y no cometer ningun error, no importa cuanto trabajo le demos.
Lo que no saben estos señores, es que si a quien trabaja al 100% en lugar de premiarlo, le das mas, lo que aprenderá es a no completar todo su trabajo, porque solo recibirá más.
Se que en otros paises y en algunos entornos corporativos peruanos esto ya esta cambiando. Espero que para la proxima genracion ya se entienda que un empleado feliz es un empleado eficiente y que la felicidad del empleado no tiene que ver unicamente con su sueldo, sino con cosas tener reglas claras, trabajo bien distribuido y horarios decentes, ademas de evitar las carajeadas, que realmente sirven de poco.
Lo que es yo, espero una llamada que me saque de ese entorno de trabajo "bajo presión". Mientras tanto, tengo el corazon al cuello y los huevos de corbata, quiza sea eso sea sport-elegante.
Bueno, otro detalle del que me he dado cuenta, es que la clase ejecutiva peruana aun tiene la idea de que hacer trabajar al empleado a grito pelado y bajo presión sirve de algo. Al parecer los capataces pre reforma agraria se convirtieron en ejecutivos de saco y corbata, que poco les falta sacar un latigo contra sus empleados.
Sin embargo, la nueva generacion parece que no esta dispuesta a aguantar esto. Ya he tenido una experiencia cercana en mi entorno laboral de un joven abogado que harto de las carajeadas de su jefe ha decido buscar un mejor futuro.
Ojo que no estoy refiriendome a una carajeada producto de un error, sino de una carajeada producto de una descoordinacion con un empleado que trabaja al 120-150%.
Ahora esta muy de moda que las empresas pidan gente emprendedora, proactiva y que sepa trabajar bajo presión. Lo que se traduce en: Debe chambear como loco, al menos 10 horas diarias , y cuando le demos más trabajo debe de sonreir y decir gracias, ademas que debe mantener el rendimiento y no cometer ningun error, no importa cuanto trabajo le demos.
Lo que no saben estos señores, es que si a quien trabaja al 100% en lugar de premiarlo, le das mas, lo que aprenderá es a no completar todo su trabajo, porque solo recibirá más.
Se que en otros paises y en algunos entornos corporativos peruanos esto ya esta cambiando. Espero que para la proxima genracion ya se entienda que un empleado feliz es un empleado eficiente y que la felicidad del empleado no tiene que ver unicamente con su sueldo, sino con cosas tener reglas claras, trabajo bien distribuido y horarios decentes, ademas de evitar las carajeadas, que realmente sirven de poco.
Lo que es yo, espero una llamada que me saque de ese entorno de trabajo "bajo presión". Mientras tanto, tengo el corazon al cuello y los huevos de corbata, quiza sea eso sea sport-elegante.